Crónicas

Año 2023

Crónica de una noche inolvidable, 12 agosto 2023, XIV Festival Rockenfrío. Desde temprano ya estábamos en el recinto ferial rematando los detalles del montaje de barra, mesas, iluminación, etc, que habíamos casi terminado la noche anterior, hacía un calor de muerte pero allí estábamos los de siempre, llegó el equipo de sonido y los montadores se lanzaron como leones al montaje y preparación del escenario hasta dejarlo operativo. 

A media tarde apareció el bus de Los Mojinos, descargamos su material y se terminó de montar todo el operativo del escenario, pasamos a las pruebas de sonido y poco después ya era la hora de la apertura de puertas a las 21,00h como habíamos programado, apenas nos dio tiempo de ir por turnos a casa, darnos un duchita rápida, ponernos el uniforme y volver al recinto ferial para comenzar la verdadera batalla, pronto se empezó a arremolinar gente en la entrada y aunque en algún momento se formó un poco de cola, todo fue muy fluido y la gente fue entrando como un pequeño riachuelo constante, en poco rato ya se veía el recinto muy concurrido. 

Llegó el momento del inicio, subí al escenario para presentar y dar la bienvenida a los presentes, entonces se me vino a la memoria las palabras que pronuncié 15 años antes al abrir el primer Festival Rockenfrío, allá por el 2 de agosto de 2008 y me pareció más que oportuno repetirlas y dije: “Buenas noches, bienvenidos hijos del Rock and Roll, bienvenidos al concierto y gracias por estar aquí, vuestro impulso nos hará ser la hostia…” A los rockeros les sonarán ya que es la letra de la mítica canción de Miguel Ríos, “Bienvenidos´´. 

Para mí fue un torbellino de recuerdos que se arremolinaron en mi mente de otros 13 festivales, tantos momentos inolvidables, tantos ratitos mágicos, tantos grupos geniales, tanta gente que hemos conocido, tanta lucha y tantas batallas que hemos librado en estos 15 años, algunas derrotas, muchas victorias, alguna decepción, innumerables alegrías y siempre el orgullo de haber intentado dar lo mejor de nosotros, de construir nuestros pequeños castillos de arena sobre terrenos poco estables pero afirmados por nuestra convicción de seguir adelante y de cumplir nuestro objetivo principal desde la fundación de nuestra sagrada asociación, traer el Rock, la buena música y la cultura a este lugar al que algunos, orgullosos, llamamos nuestro pueblo, Montefrio. 

Empezó el XIV Festival Rockenfrío, Mentefria salto al escenario, en su línea rockera, desinhibida y familiar, hermanos de mil aventuras, gran trabajo y magnífica puesta en escena… Llegadas las 23,00h me ausenté un momento para ir a nuestra Santa Sede El Silo, reconvertido en camerino para abrir sus puertas y recibir con honores a Los Más Grandes, llegaron en la furgo y he de decir que el primero en bajar de ella y entrar con paso firme fue el Sevilla, me saludo con un fuerte apretón de manos y una sonrisa, después entraron los demás, también muy cercanos y cordiales, rodearon la espléndida mesa que les teníamos preparada con bebidas, comida, fruta etc y se dispusieron a saciar el apetito y reponer fuerzas ya que en estas fechas tienen conciertos a diario y con muchos kilómetros entre uno y otro. 

Pasados unos minutos Miguel, El Sevilla, se acercó a charlar amigablemente con nuestro incansable tesorero Charrán, que tenía una inmensa sonrisa de satisfacción y un brillo especial en los ojos, ese brillo que tiene un niño cuando abre los regalos de navidad, esa sensación de haber cumplido un sueño, solo por ese momento, por poder haber estado presente ante tanta devoción y tanta alegría como veía en su expresión corporal, doy por buenos todos los esfuerzos, todas la peleas, luchas y sinsabores de estos largos años. 

Me acerqué a compartir el momento y entramos los tres en animada conversación, como amigos de toda la vida que comentan las aventuras y desventuras del día a día, le contamos sobre la Asociación, sobre nuestra historia, sobre el pueblo, sobre los miradores y National Geographic etc y entonces ocurrió un detalle magnífico, alguien del grupo comentó, “nunca habíamos estado en un camerino tan genial como este, con un equipo montado y todo para calentar” todos asintieron y en ese momento el orgullo me inundó por completo, tenemos el mejor camerino del mundo, pensé para mis adentros, luego tuvimos un momento para el recuerdo ya que me habían pedido fervientemente si podríamos conseguir que una fan entrará a saludar y hacerse una foto con el Sevilla, se lo había pedido al mánager que aceptó dadas las circunstancias, así pues le dimos paso a Inma, una preciosidad que padece Síndrome de Down , hermana de Ángel, acompañada de su madre, que rompió en lágrimas al ver como su pequeña cumplía un sueño y abrazaba con inmensa alegría y devoción a su ídolo, El Sevilla, cercano, tierno, lleno de amor la abrazó interminablemente hasta que ella se descolgó de su cuello, otro momento por el cual decir, sin duda ha valido la pena, su madre súper agradecida y entre lágrimas me abrazó dándome las gracias, mientras me susurraba al oído, “no sabes lo que una madre es capaz de hacer por una hija´´, no pude más que apretar aquel abrazo y asentir sin poder decir palabra ya que un tremendo nudo me ahogaba la garganta, como padre entendía perfectamente lo que sentía, otro momento inolvidable y de los que te reafirman en tu esfuerzo por hacer estas cosas. 

Volví para el recinto ya que el festival seguía su curso, al entrar ya vi que estaba todo petao, lleno hasta la bandera, me acerqué a la barra y vi que había comenzado la locura, no podía hacer otra cosa que remangarme y lanzarme a la batalla y digo batalla ya que en algunos momentos nos faltaban las fuerzas para contener las ordas de sedientos que clamaban sin parar, ponme, dame, lléname, ponme, dame, lléname y así, tres filas apostados en la barra brazo en alto con los tickets en la mano, solo cabía una cosa agachar la cabeza y poner cubatas como si no hubiera un mañana y así durante horas, sé porque en algún descuido de los incontenibles clientes, pude levantar la cabeza y vi que los Mojinos ya estaban en el escenario, volví a sumergirme en la ola de pedidos y el llena, ponme, tráeme… Continuamos con la batalla de poner consumiciones, evidentemente la íbamos perdiendo, ya que al poco rato se nos acabó el hielo, la bebida y los repartidores tampoco estuvieron muy al quite, surgieron amigos que se lanzaron en nuestra ayuda y nos socorrieron como pudieron, se repuso la bebida, el hielo y continuamos… En algún momento terminaron los Mojinos y saltó al escenario nuestro otro grupo hermano y compañero de mil aventuras, Kassia, un clásico en nuestros Enmitatikas, no puedo más que asegurar que sonaron de lujo, que lo dieron todo y que hicieron un gran trabajo, porque los conozco de sobra y sé que lo dan todo en cada actuación y aquí que es su casa se entregarían al máximo, aunque por mi lucha en la barra no pude oír ni una canción, pero insisto, estoy segurísimo que lo dieron todo y sonaron de lujo, en su línea, grandes como músicos, como personas y sobre todo como amigos. 

De repente cesó la música, habían acabado las actuaciones, entonces encontré un momento de escape para ir y degustar un perrito caliente que estaba de lujo y me sentó de maravilla, lástima no poder comerme una hamburguesa de Angus, como tenía apalabrado con Luisfe, que tenían una pinta alucinante, pero la tensión acumulada, los nervios sufridos y el esfuerzo realizado en los últimos días me estaban pasando factura y tenía el estómago un poco contraído, aunque me cueste admitirlo ya voy teniendo una edad y ya no soporta uno estás aventuras con el mismo despliegue de energías que cuando empezamos, jeje. 

Seguía la batalla en la barra, aunque ya teníamos bajo control al público que poco a poco fue retirándose hasta abandonarnos a nuestra suerte con la recogida de material, desmontaje y saneamiento del recinto, por fin terminados nos retiramos arrastrando los pies a lamernos las heridas y comentar algunos detalles de la noche al Silo, charlamos un ratito y nos fuimos a terminar la noche con el tradicional desayuno en la cafetería La Paz, magnífico nombre ya que era lo que necesitábamos un poco de Paz, un cafecito, una tostada y una risas cómplices entre los colegas… Misión cumplida, otro año más hemos sobrevivido al combate, no hubo mayores incidentes, ni nada que merezca la pena apuntar, más allá del buen ambiente, la masiva afluencia de gente, el buen hacer de los grupos y el orgullo autoimpuesto del deber cumplido, bravo por nosotros. 

Sin más solo me queda dar gracias a Mentefria, a Los Más Grandes Los Mojinos Escozíos, a Kassia, por su música y por estar amenizando nuestra noche, al Ayuntamiento, Alcalde y concejales por cedernos las instalaciones, a Restaurante El Pregonero, Chucherías Los Colores y especialmente a Juguetes Jesús El Percho por su magnífica colaboración en la venta de entradas, a Gerardo Abades, como cada año por hacernos los carteles publicitarios y las magníficas camisetas, a Sergio, Vane y Rocío nuestros compinches en la organización de la página, por llevar nuestras redes y su apoyo con los patrocinadores, a Bartolo de Electrodomésticos Boom, por su inestimable colaboración en el montaje de la infraestructura de barra, luces, neveras y todo el material técnico, a Luisfe por su magnífica oferta con la comida y por ofrecer un servicio nuevo y diferente en nuestros festivales, a Rufi y su hijo Ibra, por su disponibilidad con material y ayuda en todo lo que necesitamos, incluso en la barra, a amigos como Andrés Tallón que en los momentos de más tensión no dudaron en echar una mano con lo que pudieron, a nuestros incansables camareros y camareras, Manolo, Merche, Roberto, Vanesa, Encarni, Ángeles y Alba, que hicieron un esfuerzo ímprobo y un despliegue de simpatía, alegría y agilidad de manos poniendo copas espectacular, a todos los asistentes, a todos los que querían y no pudieron estar con nosotros, a todos los que nos apoyan en la distancia, en fin a todos los que aman el Rock y sienten como suyo este pequeño reducto de Rock que es nuestro Festival, a todos y sin duda aunque siempre los deje para los últimos gracias infinitas a los socios y familiares que se dejaron la piel en la puerta, en los tickets, en la barra, poniendo carteles, organizando durante meses todo lo necesario para que esta noche todo fuera casi sobre ruedas, gracias Bernardo amigo y apoyo en todo, gracias a Charrán, a su cuñado Paco, su hermana Mari y sus sobrinos, a Sergio y su esposa Mari Carmen, a Chati y su esposa Maite, a Charly y su hijo Óscar, a Juanfran, Isi, Xisco y Sergio, especiales gracias a mi hijo Deril que vino expresamente desde A Coruña para estar este fin de semana conmigo y acompañarme en esta aventura y a los que me pudiera haber olvidado muchísimas gracias a todos todos… Sin vosotros Rockenfrio no tendría sentido, sin vosotros nada tiene sentido. 

Gracias infinitas y que el Rock suene siempre más fuerte que los problemas. 

¡¡Viva Rockenfrio y viva nuestra Asociación Rockera!!  

¡La parrafada es buena, lo siento, pero esto había que contarlo! ¡Saludos y salud! 

Autor: Jesús Ureña